Después de Hiroshima y Nagasaki. La era nuclear y el problema de la preservación del secreto atómico
Resumen
A comienzos de agosto de 1945, las ciudades niponas de Hiroshima y Nagasaki sufrieron el ataque de dos bombas atómicas por parte de sendas tripulaciones aéreas estadounidenses. Sus efectos devastadores generaron la inmediata rendición de Japón y el consiguiente fin de la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, el comienzo de la posguerra quedó marcado por el tenso debate en torno al control de esta bomba de destrucción masiva, particularmente por la posesión del secreto atómico que aseguraba su fabricación. En aquel otoño de 1945 y en un clima de miedo generalizado ante un posible cataclismo mundial, se pensó en que el secreto quedara en manos de los Estados Unidos, la ONU e incluso de un gobierno mundial de nueva creación, y todo bajo el recelo y desconfianza hacia la Unión Soviética de Stalin. Por la importancia que tuvo para el futuro de la humanidad, éste será el tema central del presente artículo.
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